Hace una semana desde que mi vida se encuentra invadida por la multitudinaria “fiebre del amor” que ha despertado la famosísima película 50 sombras de Grey. Aún sin querer, me he visto expuesta a esta fiebre y como no, lo mejor para las décimas de más es sudar! No me entiendas mal, no he reproducido algunas de las escenas que dicen que NO aparecen, tan sólo me he puesto a escribir.
Empecé a leer estos libros por pura curiosidad morbosa y no los acabé, como podrás deducir tampoco he visto la película, por ello, esto no es una crítica ni a los libros ni película ya que los desconozco, simplemente reflexiono acerca de la idea que se está introduciendo desde hace unos años acerca del VERDADERO AMOR.
Hace unos años las películas de amor nos mostraban tan sólo a una mujer sumisa y controlada por el hombre, ahora además, se nos está inculcando la idea de la mujer que sufrirá, luchará, padecerá mil penurias con tal de conseguir a su hombre. Este amor por el que parece que tengas que dejarlo todo por una persona, cambiar todo tu ser, soportar desagracias y aguantar un sufrimiento todo por estar con la persona amada. Recorrer un camino con alambres, algún que otro invasor o invasora y más de un riesgo por precipicio.
Parece ser que un amor que no transcurre por todas estas penurias no es verdadero amor, que si encontramos a una persona y no intentamos cambiarla o ésta no cambia por nosotros no es amor, ¿cómo va a ser amor si no ha querido cambiar por mí? Nos preguntamos…y si en lugar de jugar a que el amor implica un sacrificio y cambio por una de las partes, lo sustituimos por algo mucho más puro como la ACEPTACIÓN, que no resignación.
En lugar de intentar cambiar a esa persona con el esfuerzo y sufrimiento que ello conlleva, ¿qué tal si la aceptamos? ¿Qué tal si dejamos que la elección de cambio la haga cada persona por su propio beneficio y no el nuestro? ¿Eso no es amor?
Cuantas veces he visto como podemos estar luchando y aguantando carros y carretas con la única esperanza que la otra persona cambie, y con la creencia que nos están inculcando que el amor más difícil es el mejor y más fuerte. ¿¿COMO EL AMOR QUE CONLLEVA UN SUFRIMIENTO POR LA IDENTIDAD DE LA OTRA PERSONA VA A SER BUENO?? y cuando nos invade esta idea de amor propio, enseguida nos vienen otras ideas del tipo ¿Cómo voy a dejar de luchar? Yo sé que puede cambiar. Lucharé hasta que no me quede sangre en las venas hasta que esté destrozada y hundida, pero llegaré hasta el final! ¿En eso consiste enamorarte no?
Sin embargo, cuando nos adentramos en estos pensamientos de “AMOR” de querer tanto a la otra persona que estamos dispuestas a dejarnos toda nuestra sangre, luchar por esa relación que parece imposible y digna de cualquier éxito de Hollywood, se nos ha olvidado la persona más importante, SE NOS HA OLVIDADO QUERERNOS A NOSOTRAS MISMAS.
Y aquí es donde yo me pregunto y por lo que me he negado a adentrarme en este “boom” ¿de verdad esto es lo que se está considerando amor hoy en día? Una verdadera historia de amor implica sacrificio, lucha constante, dificultades, cambios radicales…Sinceramente, lo que yo veo aquí es mucho sufrimiento, poca aceptación y menos amor.
Y el amor de dos personas que se conocen, se aceptan mutuamente, con sus defectos y virtudes, comienzan una historia, una vida e incluso una familia juntos sin necesidad de dar la vida o la propia identidad por la otra persona, ni padecer un sufrimiento por el comportamiento o el entorno de la pareja, sin tener que cambiar tu vida y tu propia persona ¿dónde queda ya ese amor?
El amor es sencillo, fácil, aunque no sin dificultades diarias que elegimos pasar juntos. Por amor aportamos a la propia relación pero jamás nos sacrificamos por ella, por amor ACEPTAMOS a nuestra pareja y por amor si no nos conviene nos marchamos de la relación, porque es muy difícil querer pura y sencillamente a otra persona si se nos ha olvidado en primer lugar querernos a nosotros mismos.
Después de escribir estas palabras me viene a la cabeza el motivo por el cual se están dando todo este tipo de ideas, parece ser que para enamorarte de verdad de una persona debes dejar de quererte a ti misma “TE QUISE TANTO QUE SE ME OLVIDO QUERERME A MI”
«Imposible será la tarea de de creer en el amor fácil, puro y sin sufrimiento si no nos queremos y aceptamos primero a nosotros mismos.» Eva de la Coba