No es raro hoy en día en España poner la televisión, leer las noticias y observar que lo que más solicita el pueblo español es un cambio de Gobierno, cambio que según todas las encuestas es más que posible que se produzca. Es lógico, este país necesita un cambio y de una manera drástica. Sin embargo, en este Post voy a ir más lejos de solicitar este cambio.
Desde un tiempo hasta hoy nos hemos empeñado en solicitar un cambio en la política, en la forma de gobernar y liderar nuestro país. Frustrados, enfadados y, sí, asombrados por los casos de corrupción, por las normas anti sociales emanadas de las Cortes de la mano de la mayoría absoluta y sin atender a la mayoría del pueblo español, los constantes desahucios y la pobreza infantil mientras otros se enriquecen a nuestra costa.
Desde luego que hace falta un cambio! Ahora bien, si de verdad esperas que por ir un día cada cuatro años a votar a tus gobernantes tu vida va a cambiar, si de verdad esperas que por quejarte y despotricar contra los corruptos gobernantes detrás de un altavoz, o peor aún desde detrás de una cerveza en el bar con tus amigos, estás todavía más equivocado. Estamos tan absortos en ver la miseria que se está creando en este país, en quejarnos, que nos hemos olvidado de los verdaderos responsables de nuestras circunstancias, de nuestra vida, NOSOTROS SOMOS LOS ÚNICOS QUE PODEMOS CAMBIAR NUESTRA VIDA.
Confiados y seguros de que un cambio de gobierno será suficiente para cambiar y mejorar nuestra vida, eliminando de esta forma la responsabilidad que tenemos sobre nosotros mismos y nuestras circunstancias. Le otorgamos el poder de nuestro bienestar a una serie de personas que ni siquiera conocen nuestra existencia.
Resulta muy cómodo y reconfortante echarle la culpa a los políticos, banqueros y empresarios de turno por tu baja calidad de vida, del desempleo o tu situación en general, mientras estás pensando en esos desgraciados que no hacen más que joderte, te estás olvidando de tu propia responsabilidad, te olvidas de aquello que puedes hacer tú por ti, sentado en el sofá viendo las noticias en tu pequeña zona de confort.
Por supuesto que influyen las normativas y las directrices del Gobierno, pero éstas no son ni una cuarta parte responsable de lo que está pasando en tu vida y por supuesto que debemos luchar y reivindicar nuestros derechos. Aún así, no es suficiente. España ha cambiado, el mercado laboral ha cambiado y no nos hemos dado cuenta de ello, inmersos en la rabia y en la no aceptación de la nueva situación, no nos hemos enterado de nada. Como la rana que se cuece a fuego lento y no se entera hasta que está casi muerta.
Todavía seguimos sin aceptar que la antigua forma de buscar empleo ha muerto, que debemos ser los mejores y más innovadores para conseguir la calidad de vida que buscamos. Seguimos resistiéndonos a un cambio inevitable desde el sofá. Sin responsabilizarnos de nuestras circunstancias y sin atender a que es lo que podemos hacer distinto para cambiar nuestra situación, ni Rajoy ni Pablo Iglesias vendrán a solucionar tu existencia, ¿que fácil sería no?
Solicitamos un cambio a toda voz, desde todos los rincones de España, y tú ¿estás dispuesto a cambiar tu forma de ver y enfrentarte a la nueva sociedad? ¿Estás dispuesto a cambiar tú para cambiar tu vida?
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