¿Qué es para ti el amor?
AMOR, una palabra tan grande y maravillosa y a la vez nos puede causar tantos problemas, tanto dolor y hacer derramar cantidades ingestas de lágrimas por una persona “sin la que podemos vivir”.
Me niego a pensar que un concepto tan maravilloso como es el amor, una idea, una energía, un motor de combustión que ha generado las cosas, actos y obras más maravillosas del mundo tenga una connotación tan negativa, me niego a admitir que la gente sufre por amor. Nadie, nunca, pasa calamidades por amor, no soportas innumerables desencuentros por amor, en definitiva, no se sufre por amor. Al igual que tampoco se maltrata por amor, no se hace sufrir a una persona, no se le hace sentir como una mierda por amor…
Y todo ello porque quien dice sufrir por amor, quien dice “sacrificarse” y aguantar carros y carretas por amor no ha experimentado el primer amor que uno debe sentir para mar de verdad, el amor hacia uno mismo. Como siempre digo, no se puede amar de una manera sana y verdadera si primero no te amas a ti mismo.
Y es que aquí estamos hablando de un concepto que me encanta, tan real en el día a día que lo puedes encontrar en casi todas las cafeterías, telediarios, canciones, guiones de película y conversaciones: la dependencia emocional.
En este post relataré, con ayuda de la Guía práctica de Walter Riso, algunas de las creencias y pensamientos que tenemos las personas a la hora de entrar de lleno en un bucle que, si no lo cortamos a tiempo, puede llegar a destruirnos por completo. Son las siguientes creencias que, avivadas por las canciones y películas más famosas, propician que la dependencia emocional sea un germen cada vez más propicio en nuestra época.
¿Te identificas con alguna de ellas?
- “No puedo vivir si él o ella”: Esta creencia supone una propia derrota de la persona y denota una bajísima autoestima. Al contrario de lo que venden en las canciones de amor, PUEDES VIVIR SIN CUALQUIER PERSONA, de la única persona que dependes para vivir eres tú mismo. Cuando se tiene esta creencia, dejas que la otra persona haga contigo lo que quiera, tendrás un amo que te manejará como un títere.Te aseguro que es posible vivir si él o ella, sólo que no lo has intentado, al principio dolerá pero con el tiempo descubrirás que ha sido toda una liberación de algo que ya no te aportaba más que sufrimiento. Todo el mundo puede, todo el mundo se recupera, tú no vas a ser distinto. No te subestimes, ten seguridad y confianza, respétate a ti mismo y lucha por tu propio amor.
- “Nunca encontraré a una persona igual”. Por supuesto que no, no hay dos personas iguales, aun así para amar sanamente hay que arriesgarse. No hay en el mundo una persona que encaje al 100% contigo, sólo tú. En una relación sana, ambas partes se van acoplando la una a la otra, cediendo un poco cada uno pero sin perder la esencia individual de cada ser.
- “Mejor malo conocido que bueno por conocer”. Atarte a una relación que no te hace feliz e, incluso te genera sufrimiento, por miedo a lo desconocido es como quedarse en un mar bravo y a punto de ahogarte por miedo a ver lo que hay fuera de él. Todo indica una falta total de seguridad y amor propio, incluso una creencia inconsciente de creer que no se merece algo mejor. Puedes incluso ver amor donde no lo hay con las gafas del miedo puestas. Haz una lista con todo lo que te genera felicidad y placer en una relación y pregúntate si se está cumpliendo ¿te merece la pena seguir así por el resto de tu vida? ¿De verdad crees que uno hay nada, mínimamente mejor que lo que está viviendo ahora?
- “En el fondo me quiere aunque no lo demuestre”. Sal de la mentira, si no te demuestra su amor es que no hay amor. Una persona enamorada, por muy fría o distante emocional que sea, demostrará su amor, su cariño o afecto de cualquier otra manera y, se encargará de hacértelo saber. Esta es una de las creencias más recurrentes y que permiten un fácil autoengaño en la persona dependiente. La necesidad de mantener el amor a toda costa puede llevar, incluso, a interpretar ciertos hechos aislados como indicadores de este imaginativo amor.
- “Cuando me pierda, se dará cuenta de lo que valgo”. Tan sólo el hecho de que una persona te tenga que perder para darse cuenta de tus virtudes, para darse cuenta de que te quiere resulta del todo ofensivo a la vez que fastidioso. No eres un objeto de compraventa, si te quieren te quieren HOY, no mañana, no pasado, no ayer, HOY. Los que dudaron de su amor volverán a dudar. Si no te quieren hoy, no te querrán.
- “Por mi cambiará, mi amor y comprensión lo “curarán””. Cuando nos convertimos en los salvadores de la persona amada se acaba el amor sano. El poder del amor no sirve tan sólo para hacer que cambie una persona. La única persona que tiene el poder para cambiar es esa persona y por quien debe hacerlo, en primer lugar, es por ella misma. Paradójicamente, el amor incondicional puede producir ganancias secundarias y reforzar el comportamiento que se quería cambiar. Por ejemplo, querer cambiar a alguien infiel dándole amor a granel y siendo tolerante a sus engaños.
Estas son algunas de las pocas creencias que nos atan a una relación en la que el amor puro brilla por su ausencia. Puede ser que al principio cueste comprender las ideas que te expongo en este post ya que, desde nuestra más tierna infancia nos han vendido todo esto como el amor en una relación.
He de decir, que estas creencias son sólo una cara de la moneda en el juego de la dependencia emocional, es sólo una clase de dependencia emocional, ya que al igual que existe personas que creen no vivir sin el otro, también hay personas que creen que su pareja no podría vivir sin ella, esto sería la cara complementaría, otra clase de dependencia emocional unida al narcisismo que suele complementar al sumiso, pero eso ya en otro post.
Quizá, si te ves en una de estas situaciones deberías comenzar a preguntarte:
¿A quién estás valorando más en esa relación a tu pareja o a ti mismo/a?
¿Qué o quién serias sin tu pareja?
Y por último decirte que, NO BUSQUES A TU MEDIA NARANJA PARA QUE TE COMPLETE, TÚ YA ERES LA NARANJA ENTERA, BUSCA OTRA OTRA COMPLETA QUE NO TE NECESITE PARA SENTIRSE COMO TAL.