El término Yoga proviene del sánscrito yui y significa unión. Es una disciplina de origen oriental, que tiene por fin integrar el estado físico, mental, emocional y espiritual.
Vivimos tan deprisa y haciendo muchas actividades al mismo tiempo, esto nos lleva a un estado de alerta y ansiedad, que pone en riesgo el equilibrio mente-cuerpo. “Cuando las olas se han aquietado y el agua está en calma, entonces se refleja la luz y se puede vislumbrar el fondo”, decía Swami Vivekananda*
El Yoga es un camino hacia el equilibrio de la mente, el cuerpo y el espíritu. Se trata de una serie de ásanas o posturas, de tradición milenaria.
Es decir, una secuencia de movimientos y posturas estáticas que sacan lo mejor del cuerpo y de la mente de cada uno: bebés, niños, adultos, embarazadas y adaptable para quienes padezcan una limitación física ocasionado por enfermedades como artritis, artrosis, entro otros. Es una opción saludable y terapéutica en estos casos.
Además, su práctica es beneficiosa para tratar temas de estrés, armonizando la mente y el cuerpo, acompañándolo con la observación de la respiración.
Es esencial para la relajación, y así prevenir dolencias, como migraña, dolores de espaldas, ulceras, y ansiedad. Es por eso que se la considera, a través de la práctica diaria, un método que nos ayuda a tener una mejor calidad de vida.
Ésta no es una disciplina rígida, sino que hay distintos tipos de maneras de practicarlo y experimentarlo. Las ramas o escuelas son: el Hatha Yoga o Yoga de la vitalidad; el Bhakti Yoga o del amor; el Karma Yoga o de la acción; el Jnana Yoga o del conocimiento; el Raja Yoga, para yoguis experimentados; el Mantra Yoga o e lpoder del sonido; el Tantra Yoga o de la sexualidad y el Purna o Yoga Integral.
La importancia de la respiración en la práctica del yoga. El Pranayama.
El arte yóguico de la respiración, proviene de la raíz de las palabras prana y ayama. Prana significa energía vital y ayama significa expansión, manifestación o prolongación.
Existe una razón muy profunda por la cual se le da especial importancia a la respiración y el pranayama: el vínculo estrecho entre la respiración y nuestra mente.
El yoga según Patanjali*, consiste en aquietar la mente para encontrarnos con nuestro ser espiritual. “Si la respiración es agitada, le mente está agitada. Controlando la respiración, el yogui alcanza la quietud mental.” Cuando estamos tranquilos nuestra respiración es acompasada y profunda. Cuando estamos agitados o temerosos, nuestra respiración se vuelve superficial, rápida y arrítmica. Esto nos da una idea, una vez más, de la manera como la respiración está ligada a los estados mentales.
Así como nuestros pensamientos y emociones afectan nuestra respiración, ésta a su vez tiene un efecto inmediato en todo nuestro sistema y en nuestra mente. Cuando pensamos en nuestra respiración, tienen lugar dos elementos importantes de la práctica de yoga: el recogimiento de nuestros sentidos y la concentración.
Respirar consciente y totalmente nos da más atención y nos trae al momento presente, nos hace conscientes de nuestra vida y procesos interiores, nos ayuda a calmar los pensamientos y a acercarnos al silencio donde está el universo dentro de nosotros.
La respiración es el vínculo maravilloso que tenemos para centrarnos y regresar a nuestra esencia, perfecta e infinita.
La mayoría de las personas practicamos tres clases de respiración: la superior, la inferior y la media. La respiración completa es la combinación de las tres.
*Vivekananda: pensador, mistico y líder religioso indio. Fue el primero y más famoso líder espiritual del siglo XIX.
*Patanjali: sabio de la antigüedad (siglo III a.C.), definió al yoga como la ‘contención de los pensamientos’. Su compendio ‘Los Yoga Sutras de Patanjali’ reúne los aforismos del yoga y provee un acercamiento a los ocho pilares para el bienestar y la purificación del cuerpo, la mente y el alma.
