Todos y cada uno de nosotros nos sentimos en mayor o menor medida acongojados cuando tenemos que salir a exponernos ante cierto número de personas, es un miedo natural y con una base adaptativa.
Nuestro cerebro piensa que hay un riesgo inminente delante de nosotros y genera hormonas que nos estresan y en algunos casos, nos paralizan.
Sin embargo, este miedo en muchas ocasiones está fundamentado en realidades inciertas y por ello nos reporta más inconvenientes que otra cosa. Es por ello, que en este artículo te escribo cinco técnicas muy fáciles de seguir para poder gestionar este miedo tan incómodo y que muchas veces es un gran inconveniente para nuestros objetivos.
1. ¡Stop! Para un momento, respira, siente y deja de juzgarte a ti y a tu miedo. Acepta tu miedo tal y como es y no luches contra él. Todo el mundo tiene miedo, no te sientas mal por tenerlo, es normal y sano.
2. Identifica las verdaderas causas de tu miedo. Tú no tienes miedo a hablar en público, sino a las consecuencias que se derivan de esto. Piensa en las verdaderas causas de tu miedo (no conseguir la financiación, suspender, hacer el ridículo…) y establece acciones para minimizar esas consecuencias en el caso de que se dieran.
3. Identifica tus creencias limitantes. Son aquellos pensamientos que te dices a ti mismo que te llevan a la parálisis y te crea esas emociones tan incómodas “no puedo hacerlo” “nunca se me ha dado bien” “seguro que lo hago mal”.
4. Céntrate en el presente. Muy relacionado con el punto 1. Respira, siente tu corazón y tu emoción, deja de pensar en ella y limítate a pensar en lo que dices y transmites.
5. Déjate llevar, disfruta y sé tú mismo. Creo que este punto es el más importante de todos. Estás hablando en público porque quieres, recuérdalo. Nadie te está obligando, seguramente estás defendiendo algo que amas.
Y el sexto de regalo…
Nunca va a ser el mejor momento para empezar por lo tanto,
¿qué tiene de malo este momento?
